lunes, 9 de agosto de 2010

SALVAJE


Hace poco Ford lanzo la convocatoria "Cuentanos tu Historia Ford" y aqui está mi participación


Cuatro fuertes patas sin herraduras…crin blanca como la nieve… puedes verlo pastar tranquilamente o correr como ninguno otro puede…

No aceptara comida de un saco y mucho menos ser ensillado, tienes que ganarte su confianza, acercarte despacio, dejar que te huela… que te conozca… y en un súbito movimiento montarlo y no dejar por nada del mundo que su movimiento te domine… ahora estas arriba… ¡tú mandas!... o eso crees. El caballo no se doma tan solo por ser noble.

Ahora tu dominas, puedes sentir su piel en tus manos y cuerpo, lo acaricias, su corazón late lentamente y basta solo una señal de tus pies para dejar una estela de polvo detrás… así lo tomas fuerte, oprimes el pie mientras sientes su corazón palpitar con mas de cinco mil quinientos latidos por minuto corriendo por la pradera… ¡tú mandas!... o eso crees. El caballo corre libre en su hábitat natural.

Sabe que te diviertes, que tu corazón late tan fuerte como el suyo y solo se deja llevar por el viento que le acaricia el cuerpo y le levanta el pelo mientras tu no quieres detener ese galope pausado y natural.

Al final se detiene, bajas de él, lo acaricias y lo miras a los ojos, pero los caballos no entienden si les dices un ¡Te Amo!... o eso crees. El caballo te siente, el caballo te tiene… El caballo Te Ama.

Te alejas mientras lo ves regresar a su pradera, a disfrutar del aire, del pasto, de la tranquilidad… su corazón se ralentiza y cuando cae la negra noche la luna lo ilumina como si fuera parte de su luz… sobresale entre la hierba, sus ojos brillan mientras el descansa y de no ser por la lejanía la luna moriría de envidia por la luz que irradia con su blanco brillo.

Pasan los años y como si fuera el primer día… tienes que ganarte su confianza acercarte despacio, dejar que te huela… que te conozca… y en un súbito movimiento montarlo y no dejar por nada del mundo que su movimiento te domine… ahora estas arriba… ¡tú mandas!... o eso crees. El caballo no se doma tan solo por ser noble.

Pero una noche lo desmontas, lo acaricias como siempre, lo miras a los ojos y le dices que lo amas, los ojos de ambos se llenan de lágrimas pero son fuertes, nadie quiere dar el primer paso… los dos se alejan despacio, ninguno quiere voltear, cada quien toma su camino, el caballo regresa a su lugar… ahora cada quien tiene su destino.

Dedicado a mi Mustang GT 1995.

–Nunca dejaré de extrañarte-



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